SUPERCÁN

DIRECCIÓN: Frederik Du Chau
TÍTULO ORIGINAL: Underdog (2007)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Adam Rifkin, Joe Piscatella, Craig A. Williams
FOTOGRAFÍA: David Eggby
MÚSICA: Randy Edelman
DURACIÓN: 84 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

No sé si Supercán puede ser calificada como una decepción, sobre todo porque el referente más cercano que se pueda tener del personaje no es sino una ingenua serie de dibujos animados que quedó enterrada hace décadas.

Por otro lado, cuando el máximo capital de una película son los efectos especiales que permiten ver a un perro de verdad, articulando palabras como un humano o vestido con una capa roja y volando, lo normal es que la nostalgia por aquellas caricaturas de manufactura tan sencilla quede intocada, pues el recurso ya ha dejado de ser novedoso como para funcionar sin un guion.

Esto hace pensar que los productores de Supercán nunca tuvieron muy claro a quién se dirigía su cinta. Para los mayores, un beagle entrenado y vestido con un suéter rojo resulta pueril; para los niños que no tienen idea de la existencia del personaje animado, la experiencia no será diferente de las películas de Buddy, el perro que juega futbol, basquetbol y béisbol, o bien El perro bombero que en este mismo momento se exhibe en las salas mexicanas. De modo, pues, que no había una razón realmente sólida para intentar revivir al chucho volador.

Desgraciadamente, estamos ante un filme tan anodino que ni siquiera es capaz de irritarlo a uno, como en su momento lo hizo la horriblemente mediocre Garfield, con todo y su secuela.

Llena de personajes planos e intrascendentes, la historia se desarrolla en la ficticia Ciudad Capital, donde un científico, el doctor Simon Barsiniestro (Peter Dinklage), realiza experimentos genéticos con perros. Un beagle que acaba de ser expulsado del escuadrón canino de la policía es atrapado por uno de sus ayudantes para participar en uno de esos experimentos; sin embargo, un accidente en el laboratorio no sólo le da la oportunidad de escapar, sino que modifica su ADN, dándole superpoderes.

Convertido en un callejero, el animalito es recogido por Dan Unger (James Belushi), un ex policía que ahora trabaja como guardia, y su hijo Jack, quien se vuelve el primer testigo de las habilidades del perro.

Fuera del empeño que Peter Dinklage pone en su papel de malo de cuento infantil, el resto es de una mediocridad digna del comité de salud moral de Disney, que no deja de producir bodrios, pero eso sí, llenos de valores y de mensajes positivos.

Con todo para atreverse a una disfrutable parodia del cine de superhéroes, en Supercán no hay el más mínimo toque de irreverencia o de subversión. Por el contrario, se preocupa por seguir educando sentimentalmente a los niños en el melodrama familiar. Esto es más visible en la actuación de Jim Belushi, quien pese a protagonizar According to Jim, uno de los sitcoms televisivos más entretenidos que pueden verse hoy en día, aquí su papel resulta tan blando como intrascendente.

Por si fuera poco, flaco favor le terminaron haciendo los artistas del retoque al pequeño héroe de la cinta, al verse obligados a emascularlo para que los niños no hagan preguntas incómodas. Chale, si al menos la hubieran hecho más entretenida, uno no se fijaría en ciertas cosas.

 
 
 
 

CANAL RSS
YOUTUBE
CONTÁCTANOS


DISTRITO CINE. Los contenidos de este sitio están sujetos a una licencia Creative Commons 2.5, con excepción del material (fotos, imágenes, videos) procedente de terceros.