STAR TREK

DIRECCIÓN: J.J. Abrams
TÍTULO ORIGINAL: Star Trek (2009)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Roberto Orci, Alex Kurtzman; basado en la serie Star Trek
MÚSICA: Michael Giacchino
FOTOGRAFÍA: Daniel Mindel
DURACIÓN: 127 minutos

       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Para muchos hoy en día es complicado entender el fenómeno alrededor de la franquicia de Star Trek, con sus hordas de fanáticos que prodigan una admiración casi reverencial por la mitología creada a partir del primer serial televisivo de 1966, esos que hablan klingon, comparten códigos comunes y aparecen disfrazados en las convenciones de ciencia ficción.

La cinta de J.J. Abrams constituye un esfuerzo por terminar una época y marcar un nuevo comienzo para la saga, teniendo en la mira a las nuevas generaciones. Así, Star Trek regresa hasta el punto cero, antes de que el USS Enterprise quedara a cargo del capitán James T. Kirk (aquí interpretado por Chris Pine).

Kirk es presentado como un joven rebelde e impetuoso campesino de Iowa, con un talento innato que le vale una invitación para unirse a la Academia de la Flota Espacial, donde conoce a otros estudiantes como el doctor Leonard McCoy (Karl Urban), Uhura (Zoë Saldaña) y al tieso Spock (Zachary Quinto) que parece ser su completo opuesto.

Pronto, el grupo tiene que trabajar junto en una misión de auxilio a Vulcano, el planeta cuna de Spock, violentamente atacado por el romulano Nero (Eric Bana), quien parece actuar en reprimenda por hechos que (increíblemente) aún no han sucedido, de modo que toda la trama está basada en diversas paradojas espacio-temporales creadas por viajes accidentales a través de agujeros negros.

Sin embargo, la parte central del relato la ocupa la naciente y tirante relación entre Kirk y Spock, la forma en que traban su amistad, cómo se construye la confianza entre ellos y cómo establecen un mando sólido a bordo del Enterprise, a pesar de que el vulcano parece más analítico y sereno en comparación con el desafiante y a veces imprudente terrícola.

Los puristas no sólo encontrarán rupturas en la continuidad de la historia ya conocida y un replanteamiento casi total de la personalidad de algunos de los legendarios personajes, sino que verán una acusada ausencia de elementos filosóficos y de auténtica ciencia ficción que siempre caracterizaron a la saga, aunque en retribución podrán ver a Leonard Nimoy en un papel pequeño pero importante para establecer una nueva línea de tiempo en el universo de Star Trek.

Lo mejor es ver esta película como la necesaria renovación de un concepto ya anquilosado, y mirar otros casos como Battlestar Galactica cuya reinvención ha redundado en un producto de estupenda calidad, con guiones sumamente interesantes que incluso permiten guardar la espactacularidad desbordada. Esta precuela de Star Trek es mucho más espectacular que otra cosa, pero sienta buenas bases para que las posibles secuelas se desarrollen libremente, sin ceñirse al viejo estándar.

 
 
 
       

CANAL RSS
YOUTUBE
CONTÁCTANOS


DISTRITO CINE. Los contenidos de este sitio están sujetos a una licencia Creative Commons 2.5, con excepción del material (fotos, imágenes, videos) procedente de terceros.