Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Visualmente impresionante por el notable nivel de realismo de su animación, al mismo tiempo que algo densa para un buen sector del público infantil, Rango se propone ser un homenaje a los viejos westerns, aunque en realidad su historia está mucho más cerca de parodias como Tres amigos (John Landis, 1986), cuya premisa argumental se ha repetido en comedias recientes como Rebeldes con causa.

Rango es un camaleón casero con aspiraciones de actor dramático que un buen día termina abandonado por accidente en el desierto de Mojave. Obligado a ir a pie hasta hallar la civilización, el personaje llega hasta un sucio pueblo habitado por reptiles, aves y roedores, cotidianamente acosados por un halcón y preocupados por una brutal sequía. Mascota de familia citadina y poco entrenado para sobrevivir en entornos adversos, Rango echa mano de su enorme suerte y de su histrionismo, para convencer al pueblo no sólo de que es un hombre rudo, sino que incluso puede ser el héroe y salvador que todos esperan.

Con claras referencias a varios clásicos, la cinta de Gore Verbinski echa mano de los arquetipos del género (incluída una advocación de Clint Eastwod en El bueno, el malo y el feo que representa al Espíritu del Oeste) para contar una suerte de viaje iniciático del protagonista, quien al combatir la voracidad de políticos y la violencia de forajidos, encuentra su lugar en ese mundo, al cual descubre que siempre había pertenecido pese a haberse acostumbrado a las comodidades de la ciudad.

Pese a sus logros técnicos, algunos diálogos ingeniosos y guiños dirigidos principalmente al público mayor de edad, la cinta tira muy pocas veces hacia arriba, manteniéndose en una medianía marcada por las tonadas lastimeras que canta un mariachi de búhos. Si a eso se añade el fotorrealismo que hace resaltar el ocre de los escenarios polvosos y la fidelidad de los personajes con sus pares animales que pueblan el desierto, tenemos un producto meritorio que no tiene como principal objetivo llenarle el ojo a los menores, pero al que sin duda le falta algo más para volverse una cinta memorable.