007 QUANTUM

DIRECCIÓN: Marc Forster
TÍTULO ORIGINAL: Quantum of Solace (2008)
PAÍS: Reino Unido, Estados Unidos
GUION: Paul Haggis, Neal Purvis, Robert Wade
FOTOGRAFÍA: Roberto Schaefer
MÚSICA: David Arnold
DURACIÓN: 108 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Me sorprende que despues del giro que significó Casino Royale en la filmografía del agente 007, las reseñas sigan llamando insistentemente la atención sobre los clichés que este James Bond, personificado por Daniel Craig, ha guardado en el sótano. El tipo no usa gadgets de alta tecnología, no pide el clásico "vodka martini, agitado, no revuelto", ni se presenta diciéndonos que él es "Bond... James Bond".

Menos frívolo, menos refinado, el agente 007 se ha vuelto más interesante porque por primera vez en décadas sus pulsiones interfieren de manera determinante en su trabajo. El tipo pasa menos tiempo siendo ingenioso y encantador, y el papel de las chicas como mero objeto sexual es apenas tangencial.

Quantum of Solace comienza una hora después de donde dejamos la anterior aventura. En lo que parece una misión meramente personal, Bond se propone averiguar quién está detrás de la organización que obligó a la fallecida Vesper Lynd a traicionarlo. Esa pequeña búsqueda de venganza lleva al servicio secreto británico a averiguar de manera violentísima que una organización criminal llamada Quantum ha infiltrado al M16 hasta lo más profundo de su estructura.

Las pistas conducen a Dominic Green (Mathieu Amalric), un delincuente miserable, que se esconde tras la "respetable" fachada de una organización ecologista (levante la mano quien hasta aquí no haya pensado en el Partido Verde Ecologista) llamada Green Planet, que patrocina dictaduras de izquierda en Sudamérica a cambio de riquezas naturales.

La primera, es una de las mejores secuencias del filme; en ella vemos al nuevo Bond, a bordo de su Aston Martin, sin más dispositivo que sus manos y su astucia, en una carrera a muerte por las calles de Siena, Italia. No hay nada de malo en ella, excepto que es la primera de otras persecuciones y enfrentamientos, mayormente confusos, que se suceden en al menos media docena de ciudades de todo el orbe, en un remedo —ni más ni menos— del último capítulo de la saga de Jason Bourne.

Amén de que los efectos especiales se ven poco logrados, o mejor dicho mal realizados en las últimas y definitivas secuencias de la película, 007 Quantum no profundiza más en el personaje de lo que lo hizo su antecesora. Antes, por el contrario, ha logrado que los nostálgicos del lugar común echen de menos las frases y las actitudes que lo diferenciaban de estos personajes atormentados que están apareciendo en el cine de espías contemporáneo.

En lo personal espero que no intenten resucitar al viejo Bond, ese que terminó siendo alcanzado por la parodia, perfecto, seductor, con caricaturas como adversarios y a merced de lo que la tecnología pudiera hacer por él.

 
 
 
 
  

CANAL RSS
YOUTUBE
CONTÁCTANOS


DISTRITO CINE. Los contenidos de este sitio están sujetos a una licencia Creative Commons 2.5, con excepción del material (fotos, imágenes, videos) procedente de terceros.