PRETENDIENDO

DIRECCIÓN: Claudio Dabed
TÍTULO ORIGINAL: Pretendiendo (2006)
PAÍS: Chile
GUION: Claudio Dabed, Franklin McDonald
FOTOGRAFÍA: Masanobu Takayanagi
MÚSICA: Justin Stanley
DURACIÓN: 118 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Si hay algo que llame más la atención de Pretendiendo, incluso por encima de su predecible y gastada línea argumental, es el deficiente —si no es que inexistente— trabajo actoral de Bárbara Mori, quien pareciera incapaz de darle la menor intención a cualquier parlamento sin un apuntador en el oído.

No es broma. El que la actriz pueda meterse en una botarga y parecer tan poco atractiva por obra del maquillaje, no es en sí misma una hazaña que merezca desvivirse en elogios, como lo ha hecho buena parte de la prensa mexicana. Por el contrario. La nula convicción con que la protagonista repite sus diálogos hace pensar que el trabajo de memorización puede haber sido bueno, pero en la interpretación está francamente reprobada.

En la historia, Amanda (Bárbara Mori) es una guapa arquitecta de Santiago que luego de una decepción amorosa decide mudarse a Valparaíso, donde pretende empezar una nueva vida, al tiempo que resuelve transformarse en una mujer fea para que nadie se fije en ella y no tener que enamorarse de nuevo.

Sin embargo, en su nuevo empleo conoce a Marcelo (Marcelo Mazzarello), un conquistador a quien decide dar una lección convirtiéndose de nuevo en una seductora para enamorarlo y hacerle pagar su actitud con las mujeres.

En esencia, Pretendiendo es una más de esas historias un tanto tramposas que pontifican sobre las apariencias, pero no dudan en acogerse a ellas como gancho de taquilla. Por otro lado, volvemos a ver el relato acerca del mujeriego redimido por el amor y la gastadísima secuencia final del enamorado que detiene la boda antes de que uno de los novios pronuncie el sí definitivo.

La trama podrá recordarle a muchos Amor ciego, la cinta de los hermanos Farrelly; pero el tratamiento parece tener más que ver con Yo soy Betty la fea, la exitosa telenovela colombiana, cuyas retransmisiones y adaptaciones para el público en México y Estados Unidos han tenido niveles de audiencia altísimos.

Dos elementos positivos encuentro después de ver esta película: el trabajo en la fotografía de Masanobu Takayanagi y la actuación de un discreto, pero eficiente Marcelo Mazzarello, en el co protagónico, cuyo mejor momento, sin duda, es el diálogo que sostiene con Bárbara Mori, tras una puerta, mientras le confiesa su amor.

En resumen, Pretendiendo podría ser un buen trabajo para televisión, pero poco satisfactorio, arriesgado y profundo para la pantalla grande. Es irónico que una cinta sobre las falsas apariencias sea exactamente lo que parece.

 
 
 
 
 
       

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