MELINDA Y MELINDA

DIRECCIÓN: Woody Allen
TÍTULO ORIGINAL: Melinda and Melinda (2004)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Woody Allen
FOTOGRAFÍA: Vilmos Zsigmond
MÚSICA: Piezas de Igor Stravinsky, Johann Sebastian Bach, Johannes Brahms, Béla Bartok
DURACIÓN: 99 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Tratar de juzgar cada nueva película de Woody Allen en función de sus mejores trabajos no es lo más atinado. Por supuesto que El beso del Escorpión de Jade, o El ciego se quedan muy atrás cuando se ve al Allen de los setenta y ochenta, pero hay que ser justos: Anything else y Melinda y Melinda son parte de eso que echábamos de menos y que queríamos volver a ver.

Melinda y Melinda regresa a Manhattan y se inicia con el encuentro de cuatro amigos que disfrutan de una cena en una noche lluviosa mientras conversan sobre la naturaleza dual de la vida.

Uno de ellos cuenta una historia sobre una chica que irrumpe a una cena sin ser invitada y añade varios detalles. La historia se convierte en pretexto para que, echando mano de los mismos elementos, uno de los presentes desarrolle una historia cómica, enfrentada a una versión más dramática de sí misma, ambas basadas en una mujer a la que deciden llamar Melinda.

La cinta salta de relato a relato para dejarnos ver, en un extremo, a una Radha Mitchell en el papel de una mujer con una personalidad en el límite y que aunque joven tiene la vida destruida; la otra cara de la moneda es una comedia romántica con varias pinceladas de anteriores películas, en la que Will Ferrell —un estupendo comediante, desde mi punto de vista— interpreta a un actor medio obsesivo, medio neurótico, con un sentido del humor corrosivo, muy al estilo de los papeles que antes hacía el propio Allen.

Es probable que alguna de las dos historias parezca más o menos afortunada, según se vea. Lo indiscutible es que el cuadro de actores funciona muy bien; las historias, aunque no dejan de ser sencillas tienen su complejidad al grado de ser originales e ingeniosas al menos en su concepción.

Creo que hablar de la decadencia o del resurgimiento del cine de Woody Allen es ocioso. Sus últimos dos filmes caminan muy bien, se dejan ver y resultan francamente entretenidos, más allá de que otros filmes no lo hayan logrado. No son Annie Hall, no son Manhattan, no son Interiores... ¿y qué?

Rara vez, Allen se equivoca con sus actores. No deja de llamar la atención que en sus repartos aparezcan personajes como Jason Biggs (American Pie), Debra Messing (Will y Grace), Elizabeth Berkley, Tiffani-Amber Thiessen (Saved by the bell) o Jimmy Fallon (Saturday Night Live), pero el resultado no suele ser malo. Quizá disparejo, pero ni por asomo malo.

 
 
 
 
  

CANAL RSS
YOUTUBE
CONTÁCTANOS


DISTRITO CINE. Los contenidos de este sitio están sujetos a una licencia Creative Commons 2.5, con excepción del material (fotos, imágenes, videos) procedente de terceros.