Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Desde hace varios años, Owen Wilson, Vince Vaughn, Will Ferrell y Ben Stiller han integrado un extraño grupo de comediantes que ha venido creciendo, sin hacer mucho ruido, alternando en diversas cintas en las que no siempre ocupan los grandes papeles, pero en las que sus apariciones son particularmente notables.

Los caza novias (Wedding Crashers), protagonizada por los dos primeros, llegó precedida de buenos comentarios de la crítica, fundamentalmente por su desfachatez y el poco cuidado que hay de las formas, lo cual, a fuerza de ser sinceros, se agota a mitad de la película.

En la trama, John Becwith (Wilson) y Jeremy Grey (Vaughn) son dos amigos solteros, mediadores profesionales en divorcios, que se divierten entrando en bodas de extraños, fingiendo ser parte de la familia, y donde además de comida y bebida hay mujeres muy atractivas, a quienes el ambiente romántico vuelve particularmente sensibles.

Los primeros cuarenta minutos son una larga pero muy lograda secuencia en la que la pareja enseña sus recursos de conquista. Su representación es impecable; lloran en la ceremonia, divierten a los niños, bailan con la abuela y con la pequeña que lleva las flores en la iglesia; sus chistes son precisos, sus comentarios hacen reír a la audiencia... La película entera es suya.

Sin embargo, la historia da un vuelco cuando la dupla decide colarse al matrimonio de una de las hijas de William Cleary (Christopher Walken), el secretario de Hacienda, y conocen a las hijas menores de éste, Gloria (Isla Fisher) y Claire (Rachel McAdams), lo que parte en dos la idea inicial, llevando la película más al terreno del romance que de la comedia.

El giro romántico, es cierto, no le resta demasiada gracia ni encanto a la cinta, aunque sí pierde mucho en actitud. La escena deja de ser de dos y aparecen los recursos conocidos de comedias más familiares como La familia de mi novia, aunque con dos o tres destellos todavía de audacia.

Hacia el final, la cinta cae en un bache que termina siendo resuelto por la aparición imprevista de Will Ferrel quien se encarga de los últimos minutos, llevando a buen puerto la nave.

A Los caza novias, pues, le sobran 20 minutos, pero vale mucho la pena asomarse a ella. Este humor negro y casi superficial de Wilson, Vaughn, Ferrell y Stiller funciona porque en el fondo observa y satiriza con precisión muchos de nuestros excesos y ridiculeces tan propios de los momentos pretendidamente solemnes.

Es obvio que no hay buen comediante sin un buen material y Weeding Crashers no es todo lo redonda que podría ser; sin embargo, el cuarteto protagonico, completado por Rachel McAdams e Isla Fischer justifica muy bien el éxito en taquilla.