JUSTO EN LA MIRA

DIRECCIÓN: Pete Travis
TÍTULO ORIGINAL: Vantage Point (2008)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Barry L. Levy
FOTOGRAFÍA: Amir Mokri
MÚSICA: Atli Örvarsson
DURACIÓN: 90 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Justo en la mira pretende ser un interesantísimo thriller sobre conjuras terroristas, quizás hasta pretende hacer una pequeña crítica a la arrogancia de Estados Unidos y a su papel de guardián del hemisferio. Sin embargo, se trata de un filme al que todo el tiempo se le miran las costuras y cuya ingenuidad llega a ser un tanto insultante.

Estamos en Salamanca, España. En la ciudad se celebra una supuesta cumbre de líderes de Occidente y de varias naciones árabes, encabezada por el presidente de Estados Unidos, Ashton (William Hurt), que se propone integrar un gran frente contra el terrorismo.

Pese al enorme dispositivo de seguridad montado en torno a la Plaza Mayor para los discursos iniciales de los jefes de Estado, Ashton es víctima de un atentado perpetrado por un francotirador,creando el caos entre una multitud que a la par se vuelve objeto de un ataque mayor.

El acontecimiento lo veremos una y otra vez desde ocho perspectivas distintas que, se supone, nos agregarán pistas sobre la identidad del o de los responsables de este nuevo acto de terror. Pero lejos de ganar en interés, la cinta se vuelve pesada, reiterativa, obligándonos a recordar momentos que ya hemos visto.

Sería exagerado hablar de tedio; en realidad el ritmo lo es casi todo en Justo en la mira. Pero volver repetidamente al punto cero no sólo envenena el suspenso; también pone al descubierto un guion plagado de situaciones inverosímiles y francamente infantiles para efectos de un filme de intriga que se pretende inteligente.

No hay lógica en nada de lo que el director Pete Travis y su guionista, Barry L. Levy, nos muestran. Primero, una conferencia mundial organizada en una plaza cerrada como ratonera, con decenas de ventanas, muy adecuadas para dispararle desde ahí a alguien... Segundo, mientras en el estrado vemos a una docena de mandatarios en lo que se supone es un anuncio que cambiará al mundo, en la plaza se pasean turistas, niños y hay incluso vendimia de helados como si se tratara de un paseo al aire libre o de un concierto público.

Está de más decir que la acumulación de personajes impide ahondar en las características de cualquiera de ellos. A falta de profundización, a falta de subtramas interesantes, Travis intenta compensarnos con ternezas dignas de telenovelas, como niños que vagan sin sus padres en medio del caos, hombres cuyo sentido de la responsabilidad los obliga a superar sus miedos...

Ni qué decir de la falta de imaginación en la producción para recrear, por ejemplo, un protesta callejera: manifestantes perfectamente asépticos que portan cartelitos con consignas indignas hasta para un niño, y para establecer contrastes y dejar claro que hay gente que festeja este acuerdo internacional, un grupo homogéneo de extras que lleven banderitas de España.

Justo en la mira es otra de esas cintas que congregan a un grupo notable de actores, con un gasto importante en su diseño de producción, pero cuya falta de visión hace de un incidente de impacto internacional un melodrama lleno de obviedades, que no destaca por ninguno de sus elementos.

 
 
 
 

CANAL RSS
YOUTUBE
CONTÁCTANOS


DISTRITO CINE. Los contenidos de este sitio están sujetos a una licencia Creative Commons 2.5, con excepción del material (fotos, imágenes, videos) procedente de terceros.