HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE (PARTE 1)

DIRECCIÓN: David Yates
TÍTULO ORIGINAL: Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1 (2010)
PAÍS: Reino Unido, Estados Unidos
GUION: Steve Kloves; basado en la novela de J.K. Rowling
FOTOGRAFÍA: Eduardo Serra
MÚSICA: Alexandre Desplat
DURACIÓN: 146 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Al igual que las dos cintas anteriores de la saga, Harry Potter y las reliquias de la Muerte representa no mucho más que una sombría estancia —puente de tránsito, dicen otros— para la parte final que llegará en el verano de 2011. Poco importa si estas últimas entregas se han mantenido fieles a los libros de J.K. Rowling, porque para el público ajeno a la fuente original, simplemente han dejado de de ser una historia en desarrollo o piezas de entretenimiento que funcionen por sí solas.

Con un trabajo visual impecable, fuera de serie, David Yates se enfoca en ser un eficiente administrador de contenido que debe someterse a una pauta, a alargar los relatos secundarios que mayormente tienen que ver con el proceso de maduración de sus jóvenes personajes, y a los cuales lleva de un escenario a otro para obligarlos a lidiar a partes iguales con la fatalidad y los problemas propios de su edad.

Este inicio de fin no va muy lejos de lo ya planteado en Harry Potter y el misterio del príncipe. Harry, Ron y Hermione deberán encontrar y destruir los horcruxes donde se alojan fragmentos del alma de Lord Voldemort, a quien buscan derrotar definitivamente. La necesidad de centrar el relato en estos tres, hace que los personajes secundarios (aunque numerosos) se desdibujen y los cierres que tendrían que irse dando, no lleguen.

La película combina eficientemente las secuencias de acción —estupendamente realizadas por el departamento de efectos especiales— con momentos emotivos que despuntan por su economía de recursos y de actores en escena. En el medio, aparece una excepcional secuencia de animación, dirigida por Ben Hibon, que a manera de cuento oriental narra la historia de tres hermanos y su relación con las reliquias de la Muerte.

Al final, sin embargo, se impone la sensación de que sólo se ha trabajado en el dibujo de los tres protagónicos como mero recurso para alargar la serie. Los incondicionales podrán ver esta pieza en un contexto mucho más amplio; el resto objetivamente verá la mitad de una película confusa cuyo momento climático está ocho meses en el futuro.

 
 
 
 
       

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