Juan Carlos Romero Puga | @jcromero
En sus zapatos fue una película condenada al olvido tras haber sido encasillada con cierto menosprecio como una chick flick, lo que de entrada la reducía al equivalente fílmico de una novela rosa. Sin embargo, el trabajo de Curtis Hanson en la silla de director logra colocarse por encima de la expectativa, si bien es cierto que su historia está basada en un best seller de Jennifer Weiner, cuyo público es también mayoritariamente femenino.
La primera parte recurre al estereotipo simple. Maggie (Cameron Diaz) es una joven rubia, guapa, holgazana y estúpida. Su hermana Rose (Toni Collette) no es particularmente bella, es introvertida, pero es una abogada de Princeton que trabaja en una firma de primer orden de Filadelfia. Incapaz de mantener un trabajo, la primera ha ido haciendo un modus vivendi de acampar en la sala de sus familiares, lo cual genera una pelea entre ambas que las separa.
Sin dejar de tener un aire predecible, el filme se transforma sustancialmente hacia la segunda mitad. Ambas hermanas cambian, pero cada una lo hace por su lado, ayudada por sus propias circunstancias, sin necesidad de que el detonador sea la muerte de algún familiar o de que se embarquen en un viaje de redescubrimiento que las regresa más unidas que antes y bla bla bla.
En realidad, Maggie no abandona su condición de sanguijuela, pues se muda a Florida, a casa de su abuela materna, una mujer a la que ni siquiera conoce, muy bien interpretada por una Shirley MacLaine que no necesita de una sola cursilería o de soltar una sola lágrima para convencer de lo que hace.
No obstante, al final uno descubre que la banalidad y estupidez del personaje de Cameron Diaz responden más a problemas reales que a su cabello rubio, y que la nula vida personal de su hermana es más consecuencia del tiempo que pasa en el trabajo que a un simple lugar común sobre las feas inteligentes.
La sencillez del guion no es obstáculo para que la cinta resulte disfrutable; las actuaciones de Toni Collette, Shirley MacLaine y aun la de Cameron Diaz (quien empieza a repetirse un poco) compensan los pequeños grandes fallos del filme. A veces simple es bueno. |