LOS DUKES DE HAZZARD

DIRECCIÓN: Jay Chandrasekhar
TÍTULO ORIGINAL: The Dukes of Hazzard (2005)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: John O'Brien; basado en los personajes creados por Gy Waldron
FOTOGRAFÍA: Lawrence Sher
MÚSICA: Nathan Barr
DURACIÓN: 106 minutos

 
 
 
 
   
 
 

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Es una bobería pensar que una película de casi dos horas, sin historia alguna y con personajes que parecen menos que subnormales, es capaz de convertirse por gracia divina en un producto pasable por el simple hecho de poner en pantalla a Jessica Simpson en shorts o a una veintena de mujeres en ropa interior.

Eso por lo menos no pasaba desde La risa en vacaciones, aquella memorable serie de ocho películas que nos recetara en los años noventa René Cardona Jr., a quien Dios tenga a fuego lento.

No tengo idea de cómo la serie original de Los Dukes de Hazzard pudo estar tanto tiempo al aire —seis temporadas y 147 capítulos—, pero algo tendría en su temática repetitiva que no tiene la cinta de Jay Chandrasekhar, la cual dura menos que dos episodios juntos en televisión, pero que uno no ve la hora de que termine.Y es que lo único que viene a hacer este filme, es desacreditar todos los intentos —muy meritorios a veces— por llevar al cine algunos productos de la pantalla chica.

La temática no es más interesante que la de un programa de media hora. Bo y Luke Duke (Seann William Scott y Johnny Knoxville) descubren un plan del corrupto Boss Hogg (Burt Reynolds) para convertir buena parte del condado de Hazzard en una mina de carbón. Para impedirlo, tendrán que echar mano de dos únicos recursos: su legendario Dodge Charger 1969, bautizado como el General Lee, y su prima Daisy (Jessica Simpson), quien se ve obligada a quitarse la ropa y sacudir las nalgas —conste que es ella quien lo dice— cada que hay que arreglar algo. La cosa es que Simpson repite tantas veces el numerito que se convierte en un recurso barato.

A juzgar por el reparto y por las situaciones realmente pueriles, pareciera que los productores no apostaron más que a llegar al público adolescente de American Pie o Jack Ass. Si es así, francamente no había necesidad de desempolvar al General Lee para dar la vuelta ni de poner a tanta gente a hacer el ridículo.

La gente de Warner Brothers debería reconsiderar antes de gastar en cosas tan decepcionantes como ésta, sobre todo después de haber rodado Starsky y Hutch (2004), una cinta sin mayores pretensiones que resultó una adaptación entretenida y con gracia. En Los Dukes de Hazard los únicos que se ríen son ellos.

 

CANAL RSS
YOUTUBE
CONTÁCTANOS


DISTRITO CINE. Los contenidos de este sitio están sujetos a una licencia Creative Commons 2.5, con excepción del material (fotos, imágenes, videos) procedente de terceros.