DICEN POR AHÍ

DIRECCIÓN: Rob Reiner
TÍTULO ORIGINAL: Rumor Has It (2005)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Ted Griffin
FOTOGRAFÍA: Peter Deming
MÚSICA: Marc Shaiman
DURACIÓN: 97 minutos

 
 
 
 
   
 
 

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Dicen por ahí es una película extraña que en mitad del rodaje estuvo a punto de naufragar y que el director Rob Reiner (Alex y Emma, Cuando Harry conoció a Sally, Cuestión de honor) llegó a salvar, aunque no del todo.

Pese a ser un producto de corta duración (un poco arriba de la hora y media), más de la mitad del tiempo uno no sabe en realidad hacia dónde tira la historia.

Sarah (Jennifer Aniston) es una joven periodista que acaba de comprometerse, pero que entra en una crisis mientras viaja a Pasadena para el matrimonio de su hermana Annie (Mena Suvari). A mitad de la fiesta, durante una conversación informal, se entera que su madre tuvo una aventura poco antes de su matrimonio, por lo que luego de hacer cuentas se da cuenta de que nació demasiado pronto después de la boda de sus padres, así que entra además en una crisis sobre su propia identidad.

Lo más extraño es que al rascar un poco en la historia, descubre que su familia inspiró la novela y la película de El graduado, y que un hombre, Beau Burroughs (Kevin Costner), no sólo habría protagonizado una aventura con su madre, sino también con su abuela Katharine (Shirley MacLaine).

Hasta antes de que la trama llegue a este punto, irremediablemente uno mira el reloj. Más allá de lo anecdótico del asunto, en los hechos, no hay materia para una película. El personaje interpretado por Aniston inicia, pues, una búsqueda absurda del referido sujeto para imprimirle sólo un poco más de interés al filme.

Pero la verdad es que el guion no ofrece mayor sorpresa. Lo sucesos se van encadenando uno a uno, de una forma predecible y el asunto de El graduado se convierte en un mero pretexto.

Lo más valioso está dentro de los últimos veinte minutos que ofrecen un par de diálogos intimistas sobre el amor y la familia que además le dan la oportunidad de mostrarse, aunque sea por breves minutos, a Richard Jenkins, un actor siempre relegado a un segundo sitio, pero muy eficiente en el apoyo de los protagónicos.

En Dicen por ahí tenemos una película bonita, pero muy dispareja; a excepción de un reparto de primera línea, nada que merezca grandes comentarios.
 

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