CONTRABANDO

DIRECCIÓN: Baltasar Kormákur
TÍTULO ORIGINAL: Contraband (2012)
PAÍS: Estados Unidos, Reino Unido, Francia
GUION: Aaron Guzikowski; basado en la cinta Reykjavík-Rotterdam
FOTOGRAFÍA: Barry Ackroyd
MÚSICA: Clinton Shorter
DURACIÓN: 109 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Contrabando es el remake de una cinta islandesa rodada en 2008 llamada Reykjavík Rotterdam. Sin embargo, podría ser la nueva versión de cualquiera de las decenas de cintas similares que se han filmado en los últimos 20 años, en las que un ladrón o delincuente retirado es obligado por razones familiares o de lealtad a realizar un último trabajo.

En este filme en particular, Mark Whalberg interpreta a Chris Farraday un contrabandista excepcional, delincuente con corazón de oro, que ahora se dedica a vivir honestamente allado de su perfecta esposa Kate (Kate Beckinsale) y sus dos perfectos hijos. El protagonista se ve obligado a abandonar su apacible vida en Nueva Orleans para embarcarse en un carguero a Centroamérica y salvarle el pellejo a su cuñado (Caleb Landry Jones), quien ha perdido una carga de droga de un pusilánime narcomenudista con ínfulas de capo, llamado Briggs (Giovanni Ribisi).

La película avanza con un ritmo estupendo, saqueando elementos de aquí y de allá, usando todos los clichés de las cintas sobre grandes golpes criminales, en las que cada delincuente reclutado por el protagonista debe cumplir una acción precisa realizada a contrarreloj. Los lapsos de absoluta inactividad en altamar en el viaje entre Nueva Orleans y Panama son abreviados con mucha fortuna en el montaje final que realiza el director Baltasar Kormákur, quien pierde ritmo cuando suelta la acción e insiste en el melodrama.

Contrabando regresa demasiadas veces al conflicto doméstico de Kate, quien no juega otro rol más que el de mujer indefensa y dependiente, acaso para subrayar que el protagonista tiene que enfrentar en su trabajo la presión adicional de salvar a su familia. Estirando algunos planteamientos hasta el punto de lo inverosímil, incluido lo referente al robo de una obra de Jackson Pollock, la cinta funciona como un thriller criminal-policiaco entretenido, pero que nunca alcanza grandes momentos de suspenso ni destaca por méritos propios en cuanto a su originalidad.

Un final menos idealizado, quizá la audacia de una tragedia podrían haber llevado el filme a otro nivel, pero no. Al final da igual si se trata de una adaptación de una obra anterior, esta película ya la vimos varias veces.

 
 
 
 
  

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