Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Must love dogs es algo de lo bueno que trajeron los estrenos de verano del 2005, sobre todo si lo que a uno le interesa es la comedia romántica. Básicamente, la película tiene la misma estructura que decenas de cintas anteriores, incluido el intempestivo reencuentro final de los protagonistas que se dan cuenta de que no pueden vivir el uno sin el otro.

No obstante, si algo vale la pena ver es la actuación de Diane Lane, quien se roba la película entera, pese a tener un elenco de primer nivel alrededor, empezando por su coprotagonista John Cusack, quien hace un excelente trabajo no obstante que tiene un personaje con muy pocos elementos para desarrollar.

La trama es simple de verdad. Sarah (Lane) es una profesora de preescolar de treinta y tantos años, divorciada, pero impulsada por su familia para que se dé otra oportunidad, de modo que la convencen de entrar al mundo de las citas por internet. Ahí encuentra a Jake (Cusack), quien todavía cree que existen los amores ideales y de película al estilo de Doctor Zhivago.

El guion ofrece, empero, tres o cuatro buenos momentos, especialmente en los diálogos entre los actores más maduros respecto al amor, las relaciones y los tropiezos.

Reproduciendo los viejos modelos, Buscando pareja es una historia sobre la búsqueda frenética y a veces irracional de pareja, pero comete un error que otros trabajos como Besando a Jessica Stein han librado exitosamente, y es considerar que la soltería simplemente no es una opción de vida.

En cualquier caso, ésta es una cinta recomendable para una tarde sin mucho que hacer. Los solteros podrán deprimirse un rato; si se ve en compañía no queda más que sentarse y disfrutar.

Vale decir que el título en inglés, Must love dogs (algo así como "Debe amar a los perros" o "Que le gusten los perros") hubiera sido una mejor elección como una referencia a los anuncios personalizados de búsqueda de pareja a los que alude la cinta.

Por cierto, no puedo dejar pasar la oportunidad de recordar que Diane Lane estuvo nominada al Óscar el mismo año en que la Academia hizo el chiste perverso de incluir a Salma Hayek en la categoría de mejor actriz. Equiparar el trabajo de Diane Lane con el de la protagonista de Wild Wild West es no menos que miope a juzgar por el amplísimo registro actoral de la estadounidense; eso queda clarísimo hasta en cintas como Buscando pareja.